
Antes del Descubrimiento de América, el cacao --una planta que produce una almendra amarga y aromática-- era cultivado por los aztecas. Lo llamaban kakawa en su lengua náhuatl, forma radical de kakawatl (grano de la planta), que pasó al español como cacao.
En las lenguas modernas, la palabra fue tomada del español y pasó sin cambios al italiano, al francés y al inglés en el siglo XVI; al portugués llegó como cacau y al alemán, como Kakao.
Los aztecas maceraban las almendras y las mezclaban con ají rojo, harina de maíz y ceiba (en náhuatl, pochotl) para obtener un refresco, el pochokakawatl, nombre que los conquistadores adaptaron como chocolate.
Hernán Cortés quedó fascinado con este producto, al que los conquistadores añadían miel, vainilla y canela. Lo llevó a España para presentárselo al emperador Carlos I (Carlos V de Alemania), y el hábito de beber chocolate se extendió por Europa, lo cual generó una fuerte demanda de cacao. Esto motivó, entre los siglos XVI y XVII, que se establecieran plantaciones en Brasil, en varias islas antillanas y hasta en las Filipinas.
Fuente: elcastellano.org
Imagen original: N/S
Diseño: | Vasco |
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